Para evitar que el cachorro tenga miedo al automóvil hay que permitir que pueda acercarse, olfatear y subirse al coche. Sin forzarlo e invitándolo “puede ser con una golosina” a que nos acompañe en el asiento trasero. Dentro jugaremos con él utilizando sus juguetes favoritos de manera suave y cariñosa.
Tenemos que tener en cuenta que si el animal en edades tempranas asocia el automóvil con experiencias traumáticas tendrá reacciones negativas que se verán traducidas en vómitos, micciones, defecaciones, agresividad, etc.
No debemos por ejemplo hacer coincidir su primer paseo en coche con su primera visita al veterinario.